20 Mar Recuperando la Calle 23, Un Paso de Perrito a la Vez
Por Denis Perez-Bravo
En la calle 23, en Richmond, puedes disfrutar los mejores burritos o conseguir las mejores llantas para tu coche. Puedes ir a una peluquería o comprar frutas y verduras. Pero también hay algunas cosas que alejan a la gente.
Para los vecinos, como Benita Kapoor, la calle 23 es importante en la vida de Richmond. Ella va y viene por esa calle diariamente en bicicleta, es la calle principal y para ella es más que una calle.
“Es una comunidad” dice ella.
Kapoor vive en Richmond desde hace 14 años y por un década ella y otros vecinos se han acostumbrado a los robos de autopartes y otros crímenes que suceden cuando no hay nadie presente.
Debido a esto, desde el año pasado Kapoor comenzó a pasear por la calle 23 a su perro, un Golden Retriever llamado KK, con un grupo de vecinos. Estas salidas regulares son conocidas ahora como el paseo perruno de la 23.
Este paseo comunitario de perritos es parte de Calle 23, un grupo comunitario de residentes y dueños de negocios de Richmond iniciado por Darlene Ríos Drapkin de Urban Transformation. Calle 23 trabaja para que la principal vía pública sea un lugar limpio, amigable y que aliente el comercio de la zona dijo Drapkin.
Además de los paseos perrunos mensuales el grupo planea pintar un mural, plantar árboles y realizar eventos para limpiar las calles.
“Queremos cambiar la percepción y quitar la mala fama” dijo Drapkin.
Cada mes, el paseo perruno se reúne para comer en diferentes lugares. El 24 de febrero Kapoor y KK caminaron con otras tres personas y sus perritos desde El Tapatío hasta la esquina de Maricopa Avenue y de regreso.
“Queremos visitar diferentes restaurantes y que la gente conozca varios lugares” dijo Drapkin.
El objetivo de la caminata perruna es más que compartir una comida y pasear perros, dijo ella. Se trata de encontrar soluciones para resolver la trata de personas en esta área, y Drapkin espera que la presencia del grupo envíe un mensaje a los posibles criminales del área: Hay una comunidad que cuida la calle 23.
El teniente Matt Stonebraker de la policía de Richmond dice que históricamente la calle 23 ha sido un punto de comercio sexual ilegal.
“Recibimos quejas diariamente de parte de ciudadanos y de dueños de negocios sobre la prostitución”, dijo él.
A pesar de que la policía de Richmond tiene una unidad especial dedicada a identificar tratantes de personas y trabajadoras sexuales, Stonebraker dice que la prostitución sigue creciendo.
El intenso patrullaje en la calle 23 orilló el trabajo sexual hacia las zonas alejadas y menos pobladas en las calles cercanas. Aún así, la policía solicita a los residentes estar atentos y reportar actividades criminales.
“Si ves actividades relacionadas con la prostitución, anota las placas de los vehículos, el lugar donde sucedió y llámanos”, dijo Stonebraker.
La caminata perruna también promueve cómo ser un buen testigo.
Karen Buchanan, miembro de la Asociación del Museo de Richmond dijo que ella continuará participando en las caminatas perrunas para que la gente se entere que existe un grupo mejorando la calle 23.
“Si continuamos con la caminata y la difundimos, encontraremos personas que tengan un compromiso con la comunidad”, dijo Buchanan.
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